ESCOLA ABERTA DE ARTE | desde 1999

Para empezar, un botijo

En las clases de dibujo que doy he adquirido una serie de costumbres. Algunas son "tics" que me quedan de cuando aprendĂ­. Otras son experiencias que poco a poco voy aĂąadiendo a mi bagaje como profesor. Otras directamente son manĂ­as, y algunas, inevitablemente son ya tradiciones.

A lo largo de los mĂĄs de 15 aĂąos que llevo impartiendo clases de dibujo, lo que mĂĄs pesa es, lĂłgicamente, los casi 12 aĂąos que he pasado en Escola Aberta de Arte. AllĂ­ se descartaron algunos tics, se confirmaron otros, y lo mismo ocurre con experiencias, manĂ­as, etc. Pero la mayor parte de las tradiciones que tanto Carmen (Carmen MartĂ­n) como yo hemos ido consagrando como propias, provienen de nuestros dos (casi tres) locales ferrolanos.

En la primera clase de dibujo suelo pedirle al alumno nuevo que haga un primer dibujo del natural. Este primer dibujo, que el alumno debe solucionar sin ayuda mĂ­a de ningĂşn tipo, sirve para evaluar al alumno y al mismo tiempo para que el alumno se autoevalĂşe por primera vez. Ese primer dibujo debe fecharse y conservarse, para que se pueda ver el avance durante las clases.

Cuando empecĂŠ a enseĂąar a dibujar este primer dibujo era de un bodegĂłn, desnudo, etc. Pero poco a poco me fui acostumbrando a poner siempre la misma cosa, para poder evaluar a los alumnos de una forma mĂĄs sencilla y con criterios lo mĂĄs semejantes posibles.

Yo tenĂ­a un botijito que habĂ­a comprado en Tarragona, y comprĂŠ otro igual pero mĂĄs grande (bueno, no lo comprĂŠ, porque como estaba roto el de la tienda me lo regalĂł). Y como el botijo es perfecto para dibujar (es bonito, el material es natural y tiene plasticidad, las sombras son fĂĄciles de hacer, tiene forma sencilla pero detalles... y ademĂĄs a los alumnos les suele parecer fĂĄcil, por lo que no tienen miedo de dibujarlo), acabĂł siendo el objeto que siempre elegĂ­a para el primer dibujo.

Medio de broma empecĂŠ a ponerlo siempre en la primera clase, y ahora es ya una tradiciĂłn de la que seguramente no me desprenderĂŠ si no es por una razĂłn de causa mayor.

Como en MĂĄlaga no tenĂ­a botijo, me comprĂŠ el de la foto. Es diferente del que yo tenĂ­a, pero muy bonito tambiĂŠn. Y si venĂ­s a mis clases en la Casa Invisible serĂĄ lo primero que dibujĂŠis. No hagĂĄis trampas...

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